Capítulo 9
Escondido

 
Estaba abriendo los ojos. Podia ver luces por todos lados. Alguien me tenia tomado de la mano. Podia oir voces y conversaciones alrededor de mi.

 - “¡Esta volviendo en sí, Alguacil!”

 - “¿Que esta sucediendo?”

Preguntaba tratando aun de ver claramente. Pude oir una voz familiar mientras me trataba de sentar. Era el Alguacil Morgan y se notaba que estaba molesto.

- “¿Que fué lo que paso aquí, Señor Rubin? Parece que se le fue la mano un poco. Tenemos un hombre muerto y otros dos casi sin vida. ¡Y usted! ¡¿Por que razón no está en la misma situación y hace mi trabajo en esta ciudad un poco mas fácil… ?!”

- “¡Callese la boca!” Le interrumpí enojado. Miré mi relog para saber cuanto tiempo habia pasado. “35 minutos. Han pasado alrededor de 35 minutos.”

-“¡Oh, excuseme! ¡Ver la hora es mas importante que ninguna otra cosa en este momento! ¡Contésteme! ¡Que demonios sucedió aquí! Si no fuera por que la operadora de mi oficina pudo localizar la llamada, hubiera sido atropellado por alguna persona antes de que pudieramos llegar aquí y seria otro cuerpo que tendria que poner en mi reporte. Esta noche va a ser larga para mi.”

- “Déjeme en paz, Alguacil. En este momento no me siento como para tener a otro enemigo. No se ni siquiera donde comenzar o si lo que ví, realmente sucedió.”

 Alzó sus manos como si quisiera tomarme por el cuello. Se apartó de mi y comenzó a hablar con varios de los ayudantes que tenia en el lugar. Habian alrededor de 8 patrullas y varias ambulancias. La joven de la ambulancia que me estaba atendiendo se dirigio hacia mi.

- “Deberia de estar quieto. No sabemos si tiene algun hueso quebrado. Además, parece haber recibido un golpe fuerte en su cabeza”

 - “Déjeme ahora. Necesito conseguir las llaves de mi auto y mi arma.”

 Comenzé a buscar en los alrededores junto a varios de los hombres del Alguacil. Todavia me dolia la rodilla y mi cabeza no estaba del todo bien. Me aproximé a uno de ellos para saber que información tenian. El Dr. Stevens se encontraba ya en una de las ambulancias. El hombre que estaba en frente del auto habia quedado inconciente. El que habia sacado del auto conmigo, se habia roto el cuello y se encontraba muerto. Brevemente le mencioné al Alguacil lo que habia ocurrido al tratar de contactarme con él. No dije nada acerca de esos seres pues seria una locura para ellos el oirme mencionarlo. Tampoco mencioné que yo fuí el que saqué al otro hombre fuera del auto, me podrian acusar de asesinato involuntario. Habian encontrado mi arma y como ningún arma habia sido disparada, me la devolvieron. Tambien habian encontrado las llaves de mi auto. Todavía podia ver mi auto a distancia en el mismo lugar, cerca de la caseta telefónica y cerca de donde tenian al Dr. Stevens.

 Le mencioné al Alguacil que el Dr. Walter Stevens posiblemente estaba siendo buscado por el FBI. Le dije que seria prudente que le guardara lo mejor que pueda pues no sabia en ese momento si era parte de estos otros hombres, los cuales me parecian espias de algún gobierno extranjero, o si el FBI queria hacerlo lucir como uno de esos otros hombres para proteger que ninguna información se divulgara del projecto que querian proteger tanto. Traté de no darle mucha información sino solamente lo necesario para que entendiera cuan importante el Dr. Stevens podria ser para mi investigación.

- “Lo siento, Rubin, pero el FBI esta en camino en este momento. Como quiere que le oculte acerca de este hombre. Es imposible.”

 Me dirigia hacia mi auto. Abrí la parte de atrás. Todo estaba allí todavia. Miré a mi alrededor y todos parecian estar bastante ocupados. Me acerqué a la ambulancia en donde se encontraba el Dr. Walter Stevens. Estaba despierto pero parecia que le habian injectado un calmante. Me aproximé a él. Estaba casi dormido.

 - “Dr. Stevens. Me parece que usted debe de venir conmigo.” Le mencione en voz baja.

 Afirmó con su cabeza. Pude ver que confiaba en mi. Le tomé por un lado y discretamente salimos de la ambulancia y lo coloqué en el asiento de atrás de mi auto. Le mencioné que se mantuviera bajo. Entré en mi auto y salí de allí suavemente y con las luces apagadas. Unos cuantos segundos después pude ver por mi retrovisor a varios autos aproximarse al lugar. Deberia de ser el FBI. Aumente la velocidad, ya que estaba a una distancia prudente de aquel lugar y no podian verme de inmediato en la oscuridad de la noche.

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 La noche estaba avanzada y tenia bastante dolor aún. Mi casa no era un buen lugar a donde ir. No me convenia contactarme con el Alguacil pues ya se deberia de haber dado de cuenta que me habia llevado el Dr. Stevens conmigo. Y era fácil deducir que la Sra. Burgess iba a ser observada de cerca. Mi oficina tampoco prestaba un lugar seguro. El FBI y el Alguacil deberian de estar buscandome en ese momento.

 Llevaba ya cerca de una hora estacionado cerca de la estación de trenes al lado sur de la ciudad. Con mi mano aún aguantando mi cabeza por caua del dolor y mi rodilla que aún me molestaba. Mirando mi relog pude ver que era pasada la medianoche. Habian pasado muchas cosas en este dia y pensaba, qué me tendria preparado este dia próximo.

 No sé si me dolia más la cabeza por causa de la caida o por causa de las vueltas que daba en mi mente tratando de explicarme como era posible que estas cosas estuvieran ocurriendo. ¿Quienes eran esos seres extraños, que querian decir con que consiguiera al Dr. Burgess? ¿Querian decir que el Dr. Burgess estaba aun con vida? Me preguntaba ¿que clase de misterio tenia en las cintas que tenia y no podia esperar ahora en ver su contenido? Me puse a mirar nuevamente los documentos mientras estaba alli sentado. El Dr. Stevens se encontraba profundamente dormido en la parte de atrás de mi auto y no se encontraba en la condición de ayudarme con estos documentos nuevamente.

 Busqué donde habia visto anteriormente ese nombre “ADAN”. Habian varias descripciones, algunas algo familiar, pero convinadas con fórmulas matemáticas. Algunas fotos contenian unos cilindros de vidrio en ellas. Otros documentos con el nombre de Alice Turner, la piloto que habia mencionado antes el Dr. Stevens. Cuando examiné algunas de las fotos que tenia en mi poder, pude ver en una de ellas al hombre que me apunto con el arma mientras estaba en la caseta telefónica. La persona que estaba cerca de él en la foto era el Dr. Burgess. Lo pude reconocer por la foto que habia visto anteriormente en casa de la Sra. Burgess. No habia duda, era el definitivamente. Entre otras, pude encontrar la imagen de la piloto. Era sumamente hermosa. Al parecer habia sido tomada de los archivos de la fuerza aerea antes de su accidente.

 Comencé a preguntarme, si el Dr. Burgess estaba realmente vivo, ¿quién era entonces el hombre que encontraron muerto? Y si no era realmente él. ¿Que el FBI tenia que ver con todo esto? ¿Serian ellos tambien parte del plan de esconder al Dr. Burgess? Y si era esto así, ¿por que se estaba escondiendo?

Habia algo que era seguro. Lo que sea que estuvieran buscando, yo lo tenia en mis manos entre todo los papeles, cintas y fotografias. Encima de todo me daba mas coraje que no pudiera descubrir que realmente era. Me sentia tan estúpido en ese momento.

No podia quedarme allí toda la noche. Iba a ser encontrado si no podia conseguir algún sitio en donde esconderme. Tuve una idea. Tomé el auto y comenzé a guiar hacia la casa del Dr. Burgess. Luego de mi viaje hacia aquel lugar, pasé por el frente de la casa del jardinero. Me propuse ir a ver al jardinero primeramente. Tal vez me podria dar una llave de la casa. Me estacioné en frente de su casa y bajé a tocar la puerta. A pesar de lo tarde de la noche, no me iria de allí hasta que no respondiera. Toqué por alrededor de dos minutos. La luz dentro se encendió. Desde adentro pude oir su voz.

 - “¿Quién es a estas horas?”

- “Soy el detective que habló con usted anteriormente. Le entregué la joya a la Sra. Burgess pero ella no conoce quien es usted. Todo lo que mencionó fue que el Dr. Burgess le entregaria esa joya cuando él estuviera listo para regresar con ella.”

 Hubo un silencio por unos momentos, luego pude oir que estaba abriendo la puerta desde adentro.

 - “¿Que quiere usted de mi?”

- “Necesito un lugar en donde quedarme. Ahora le digo a usted, si es usted una persona que le interesa ayudar a la Sra. Burgess, usted me ayudaria.”

 - “¿Esta usted solo?”

 - “No. Hay otra persona conmigo. Esta mal herido. Su nombre es Stevens. Dr. Walter Stevens.”

 Note que abrió sus ojos al oirme decir estas palabras. Parecia conocerle y estaba un poco asombrado. Me sospechaba que el debia de saber donde el Dr. Burgess estaba, si es que realmente estaba vivo. Todo me indicaba que este hombre lo estaba ayudando. El, de alguna manera, sabia que estaba sucediendo.

 - “Traiga al Dr. Stevens con usted. Dese prisa.”

 Una vez pude poner al Dr. Stevens dentro de la casa, el jardinero me indicó que lo pusiera en uno de los muebles cómodos de la sala. Lo pude ver como examinaba al Dr. Stevens. Una vez el Dr. Stevens abrió los ojos, pude ver una sonrisa escapar del rostro del jardinero.

 - “Walter, como te encuentras.”

 - “¿Quién es usted? ¿Donde estamos, Señor Rubin?” mencionó mirando con sus ojos casi cerrados.

- “No temas. Estas en buen lugar. Aquí te puedes ocultar por un tiempo. Soy yo… tu amigo… El Dr. Burgess.”