Generalmente nos mostramos al mundo de forma diferente. Somos otros cuando estamos con tal o cual persona y procuramos no revelar aquello que hay debajo de nuestra piel. Hasta ahora la mayor parte de este encubrimiento intimo llega por lo general solo hasta lo psicológico. ¿Cual es el próximo paso para defender nuestra autoaceptación y seguridad interior? Ojalá y no sea este..

Bajo la Cubierta
por Alastor

- ¡¡Demonios!!
La imprecación de joaquín en el interior de aquel  autobús fue involuntaria.
Tan pronto como la profirió, se dió cuenta de su error.
Algunos pasajeros se volvieron a mirarlo con sorpresa; los mas, con miradas acusadoras. Trató de pasar lo mas inadvertido posible pero fue bastante inefectivo. La atmosfera se cristalizo a su alrededor.
   Dominó una nueva interjeccion cuando una hoja de sus escurridizos papeles se deslizo hasta los muslos de su compañera de asiento. La impaciencia era de los sintomas más notorios. Se giró para tomar el documento sin apenas dar una ojeada a las deliciosas formas de la muchacha a su lado. En estos tiempos de morfizador, uno tendia a dar poca importancia a la belleza. Cual es el chiste si todos y todas pueden tener el tipo fisico que quieran y aun cambiar lo periodicamente si su fondo médico se los permite o son lo suficientemente ahorrativos? Joaquin conocia casos de muchachas que cambiaban de tipo cada año.
Una frivolidad, estamos de acuerdo. Basta con conseguir algo decente y quiza cambiarlo cada 4 o 5 años, cuando la esposa o el marido lleguen a ser muy insistentes en sus indirectas. Con todo mundo imitando los estereotipos de belleza de todas las epocas conocidas, las pocas oportunidades de mirar descaradamente a alguien del sexo opuesto menguaban y se veian reducidas a raros encuentros con las excentricidades de los deseosos de individualidad y/o notoriedad.
  El bus avanzaba normalmente pero para Joaquin las cosas parecian lastimosamente lentas. Era claro que algo andaba mal con su dosificador. Tendria que hacerlo revisar. No era posible que algo tan caro fuera mal tan pron...
Se dio cuenta que habia adquirido nuevamente una expresion adusta. Esto no estaba bien.
Trató de permanecer impavido, frio. Ello no ayudaria demasiado pero no empeoraria tampoco las cosas. Pronto llegaria a casa y todo quedaria solucionado. Como un ejercicio mental, trato de imaginar como seria el mundo antes de que la tecnologia resolviera el problema.
- Un caos, decidio inmediatamente.
Apenas podia imaginarlo, y sin embargo debio existir un lugar como ese, un mundo donde todos compartian su actual estado.
Mejor ni pensaren ello, como terapia mental era inservible.
Alguna parte de su cerebro lo alertó: habia llegado a su parada. Con torpeza mal disimulada se aproximó a la puerta, sintiendo las miradas de quienes habian notado su estado anormal, exaltado. Afortunadamente eso quedaría atras.
Caminó primero por el anden y luego por los pasillos hasta su andador. Finalmente diviso su casa.
La suerte no habia sido tan mala, ningun vecino a la vista que pudiera conducir a una escena desagradable. Solo imaginar a Peraltahablandole de sus hijos o a la sra Irene repitiendo sus muletillas una yotra vez le ponian nervioso, demasiado nervioso.
Abrió la puerta ya mas dueño de si mismo y sin anunciarse, se dirigio al baño de invitados. Cerró la puerta y se acomodo en el asiento, accionando el aparato con el ademan experto que da la larga practica, al mismo tiempo que colocaba la cara en el soporte adecuado.
Ante sus ojos, la pantalla se encendio.
Rapidas miradas seleccionaron los ajustes a su dosificacion basica.
Y entonces, con la velocidad de un parpadeo, volvio a ser Joaquin: encantador, siempre alegre, siempre de acuerdo con su interlocutor. Se levanto, apago el enmascarador y salio a la sala.

- ¡Oh! Amorcito, no te oi entrar. Crei que llegarias mas temprano.

   Joaquin giró para contemplar a su escultural ( ¿de que otra forma podria ser? ) esposa que se aproximaba. Con una sonrisa que no evidenciaba para nada el palido reproche del saludo, la besó suavemente. Ella si habia tomado su dosis a tiempo. Por un momento, los pensamientos del bus volvieron a él.
¿Como habria sido el mundo cuando las únicas mascaras posibles eran las que uno mismo podia fabricar? ¿Que pasaba cuando finalmente ya no era posible mantenerlas? Maravilloso invento, donde los haya.
- Disculpa, amor. Que hay de cenar?.



Unas palabras sobre el autor
Alastor es el seudónimo de un recien estrenado escritor de ciencia ficción de Guadalajara. Es ademas de todo el administrador del bbs de ciencia ficción del ITESO y lector empedernido de este género. Issac Asimov y en especial Jack Vance son sus escritores favoritos. Bajo la cubierta es su primer cuento.