La ciencia ficción es la literatura de la nueva frontera: el espacio. El oceano de estrellas fue el caldo de cultivo primordial para este género de imaginación; ¿Que nuevos mundos nos esperan haya arriba? ¿Que nuevas amenazas enfrentaran los marineros del infinito? Dejen que la imaginación extienda sus velas al los vientos estelares y navegue primero por estas misteriosas aguas, hacia las costas lejanas de nuevos planetas y de nuevas formas de vivir. |
ÉPICA
ESPACIAL
Capitulo 1: Novela Planetaria
y Space Opera
por: Gabriel Benítez
No hay mejor literatura para la curiosidad
que la literatura de ciencia ficción. Acostumbrada a cuestionar
todo, a ver “más allá de lo evidente”, a especular con las
posibilidades, la ciencia ficción se convirtió desde su nacimiento
en la literatura del “¿Que pasaria si…?: Mary Shelley
se preguntó que pasaría si un hombre tuviera la capacidad
de crear vida artificial en Frankenstein;
Julio Verne se
preguntó que pasaría si un cometa rozara a la Tierra en Hector
Servadac; H. G. Wells se hizo la misma pregunta pero enfocado
a una invasión extraterrestre en La guerra de los mundos.
Los custionamientos de estos autores llevaron a sus lectores a la curiosidad
de saber las respuestas. Pero obtenerlas no erá solo cuestión
de mostrarselas. Los lectores tenian que descubrilas, tenian que vivirlas
para comprenderlas.
Y es así que junto con el custionamiento llegó tambien
la aventura.
Una muy buena época para la aventura como fuerza predominante
en el campo de la ciencia ficción se dió entre los
años de 1926 y 1938 ( Según el sistema
de división de la ciencia ficción moderna que sugiere Isaac
Asimov) cuando el género apenas se desarrollaba como
tal en los Estados Unidos. Las historias de esta generación eran
por lo regular muy inocentes, más centradas en la “sensación
de maravilla” y en la acción que en cualquier otra cosa. Por eso
no es muy dificil encontrar en ellas premisas que rayan en lo pseudocientífico.
Un ejemplo de ello lo tenemos en las historias que sobre el planeta
Marte – llamado Barsoom por sus habitantes – escribió Edgar
Rice Burroughs (1875 – 1950).
E.R. Burroughs, escritor estadounidence, le debe gran parte de su fama
a un personaje que conocemos todos: Tarzán de los monos.
Tarzán, el bebe de una pareja de nobles ingleses naufragados
en las costas africanas, es adoptado por los “grandes monos” despues de
que sus padres naturales mueran de enfermedad y desesperación en
la selva. De ahí en adelante, la vida de Tarzán se verá
marcada por su relación con el mundo de los animales y por su condición
de “miembro raro” de la tribu de simios. Es hasta que una expedición
encuentra los restos de la cabaña que fue de sus padres, cuando
Tarzán conosca su verdadero origen como heredero del nombre Greystock
y como perteneciente a otra especie que no es la de sus amigos de toda
la vida.
Tarzán hizo su debut en Tarzán de los Monos (Tarzan
of the Apes) en 1914 , publicado en capítulos por la revista All-Story.
El personaje se hizo tan famoso que Burroughs continuó con una producción
de relatos y novelas sobre sus aventuras en la selva y en lugares mucho
más peligrosas y fantásticos, como la ciudad perdida de Ophar,
el mundo perdido de Pal- ul- Don, donde aún existen dinosaurios
o el reino de Pellucidar, en el mismo centro de la Tierra, estas dos ultimas,
por cierto, muy emparentadas con la ciencia ficción.
NOTA: Como nos sugieren estas historias, mucho del trabajo de ERB esta inspirado en obras de otros autores como El Mundo Perdido de Arthur Conan Doyle (1912) y Viaje al Centro de la Tierra (1864) de Julio Verne. Es bastante patente que incluso su Tarzán tiene bastante en común con Mowgli, el niño adoptado por lobos, de la novela de Rudryard Kipling , El Libro de la Selva.) |
Sin embargo no todo es el paraíso en Marte. Sus habitantes civilizados,
una especie de gigantes verdes con cuatro brazos, suelen ser poco amistosos
y si bastante hostiles. La fauna de Barssom – que es como sus aborigenes
llaman a Marte – tampoco es presisamente cariñosa y toda una variada
muestra que se compone desde monos blancos de cuatro brazos, hasta
carnivoros hombres- arbol, hacen que Carter tenga que luchar por sobrevivir
en más de una ocasión.
Extrañamente, tambien encontrará en Marte al amor de
su vida – una joven princesa semi-humana y ovípara, de piel rojiza,
llamada Dehja –Thoris – y para su desgracia, tambien lo perderá
al final de esta historia.
Sin embargo, John Carter, Guerrero de Marte, al igual que Tarzán, tendría mucho éxito, lo que llevaría a su autor a continuar la serie de Barssom con titulos como Los Dioses de Marte (The Gods of Mars) (1913), y The Warlord of Mars (El Señor de la Guerra de Marte) (1913-14) que le darán la oportunidad a Carter de reencontrarse con su amada y vivir nuevas aventuras. Sin embargo no son estos libros los únicos de la serie. Continua con nuevos personajes, a veces protagonistas, en Thuvia, Maid of Mars (1916), The Chessmen of Mars (1922), The Master Mind of Mars (1928) A Fighting Man of Mars (1931), Swords of Mars (1936), Synthetic Men of Mars (1940), Llana of Gathol (1941) y Carter of Mars (1941-3) una colección de relatos.
Aunque muy exitosas en su época, estas historias de ERB
no estan consideradas actualmente como una “buena” ciencia ficción
y a veces ni siquiera como eso. Veamos por que: En primer lugar, Carter
accede al planeta rojo de una forma poco ortodoxa. No llega en un cohete
o en una nave espacial, sino por una especie de viaje astral que no es
explicado. Barssom tampoco es un Marte cientificamente plausible. Hay que
aunarle a esto que actualmente, el estilo literario de Burroughs es algo
pesado y engorroso. Acostumbrado a adornar las novelas con toda una gran
gama de palabras y descripciones exahustivas, sus obras resultan a veces
exesivamente cargadas y a veces hasta ridiculas. De hecho, en su
serie sobre el planeta Venus, hay una parte descriptiva que va desde la
narración de la geografia lugar, hasta las armas que se usan en
ciertas partes ¡Todo para solo para mencionar el territorio de origen
de un personaje!
La serie de Venus va de la mano de otro personaje Carson
Napier, que logra viajar al planeta mencionado en un cohete. El peligro,
la aventura, el romance y los seres extraños tambien aparecen aquí,
al igual que en la anterior serie, de la cual esta es una especie de copia
o variación.
La serie de Venus esta formada por Piratas de Venus (Pirates
of Venus) (1934), Perdidos en Venus (Lost on Venus) (1935) Carson
de Venus (Carson of Venus) (1939) y Escape on Venus (1946)
y un libro de relatos, Wizard of Venus (1931-41), ademas de un libro
que dejo inconcluso a su muerte: A Venus History.
Como dato interesante, me gustaría mencionar que una pequeña parte de la obra de Venus tiene lugar en México, en Guaymas, Sonora, donde el mismo ERB tiene que trasladarse para tomar contacto con Carson Napier, además de mencionar a Tarzán y el mundo subterraneo de Pellucidar. |
Sea como fuera, con sus pros y sus contras, la obra de Burroughs marca
toda una tendencia y un sub-género para la ciencia ficción:
El
Romance Planetario o Novela Planetaria.
El
Romance Planetario cuenta con características muy definidas.
Sus argumentos suelen ocurrir en otros planetas, muchos de ellos semi-primitivos
o medievalizados, lo que siempre lo ha emparentado con los relatos
de Espada y Brujeria. Es frecuente que sus personajes principales
sean humanos y que su llegada al planeta en cuestión sea obligado
por las circunstancias o por mero error, lo que los obliga, tarde o temprano,
a luchar por su sobrevivencia o a convertirse en una especie de antiheroe
aventurero. Sus objetivos se centran muchas veces en intentar escapar de
los planetas donde se encuentran capturados. Algunos lo logran, otros,
como John Carter, se adaptan y los convierten en su hogar.
Por lo general, los paisajes en los romances planetarios son soberbios, cargados de una extraña y crepuscular grandeza que hacen que se graven como fuego en nuestras mentes.
La linea argumental del Romance Planetario pude parecer monótona a muchos, sin embargo, detras de ella se encuentra un simbolismo arquetípico tremendo: El viaje y la aventura como camino iniciático. Esto, aunado a su capacidad para despertar la maravilla del lector lo convierten en un sub-género con mucha fuerza que nunca pasara de moda.
Aunque este Subgénero ha atraido a muchos escritores y escritoras por igual, son frecuentemente ellas las que logran tracender más en el género, convirtiendo las imagenes de su mundo en largas series de historias con mucho exito. Podemos mencionar a varias de ellas, como la autor Irlandesa Anne McAffrey y su interminable saga del Mundo de Pern, donde un gran grupo de naufragos humanos quedaron varados, obligandolos a crear una nueva sociedad cuya más importante defensa son dragones telepáticos creados por genética y encargados de devorar a las peligrosas “hebras”, una especie de vida amenazante que comparte con los humanos el planeta. Catherine Lucille Moore (1911- 1987) es otra autora que cuenta en su haber con magistrales Romances Planetarios. Esposa del tambien autor de ciencia ficción Henry Kuttner y la mayoria de las veces mancuerna de sus relatos, C.L. Moore destaca en el sub-género que nos ocupa por impregnar en este elementos sobrenaturales.
Norwest Smith (1933 - 1940), personaje creado por Moore, es una especie de aventurero interplanetario, mezcla de mercenario y traficante ( Es casi un hecho que Han Solo, el personaje mercenario de La Guerra de las Galaxias,de George Lucas, le debe su paternidad como figura a Norwest Smith) que frecuentemente se enfrenta a criaturas sobrehumanas en sus multiples viajes a Marte, Venus, la Luna o Júpiter . Por supuesto que no se encara con ellas por propia voluntad. Generalmente es llevado al punto critico por una grácil damisela en apuros a la cual no puede negar su ayuda, ya sea por sus estricto codigo personal del honor, o porque estas suelen venir cubiertas con ligeras ropas que dejan poco a la imaginación, llevandolo poco a poco al maelstrom de sucesos aterradores que lo esperan en el subsuelo de los planetas o en otras dimensiónes.
Mucho del mundo de Smith proviene directamente de los relatos del oeste y de las historias del circulo Lovecraft. No es de extrañar. Ambos escribian frecuentemente para la revista Weird Tales, donde tomó fuerza el grupo de escritores de los llamados Mitos de Cthulhu. Por tal razón, las criaturas de Moore suelen ser monstruos primordiales, muy al estilo de Clark Ashton Smith, seres aberrantes e inhumanos, más antiguos que la memoria, que reptan por planos de pesadilla, desenvolviendose en las oscuras sombras de mitos olvidados. Aún no me explico como Smith no se ha vuelto loco.
A muchos tal vez les paresca raro que C.L. Moore, siendo mujer, escribiera lineas argumentales tan machistas, describiendo voluptuosas veldades y mortales bellezas. Sin embargo era algo que muchas veces exigia el género por aquella época. Las revistas de este tipo estaban por lo general enfocadas a un público masculino que gustaba de leer con avides ciertas descripciones de pechos y piernas. Sin embargo nada esto hace que Moore caiga en lo vulgar, como tampoco lo caian la mayoria de los otros escritores. A final de cuentas, las revistas eran de fantasía-heroica y de ciencia ficción. Los chicos las compraban para leer aventuras, no para leer pornografía.
Por algún tiempo se creyó en el medio que C.L. Moore era varón. Henry Kuttner, que a la postre seria su esposo, la conoció de hecho bajo esta faceta, escribiendole en 1936 una carta a “Mr. C.L. Moore” para felicitarlo por su obra. A vuelta de correos se encontró con la sorpresa de que Mr. Moore no era Mr. sino Miss. Se casaron en 1940.
Dentro de esta misma corriente, las dos reinas indiscutibles fueron
Andre Norton (1912 - ) (a la cual tambien se le
confundia frecuentemente con un hombre) y Leigh Brackett (1915 –
1978).
La primera es autora de una serie ya clásica en los anales
de la ciencia ficción: Mundo de Brujas. La serie dió
inicio en 1936 presisamente con Mundo de Brujas (Witch World) ,
la historia del ex- coronel Simón Tregarth, que para salvar
su vida de un grupo mafioso que lo busca, decide aceptar la ayuda de una
científico poco convencional que le ofrece la oportuinidad de huir
“a otro lugar”, lugar del que, sin embargo, no hay regreso posible.
Por medio de la Piedra del Poder, Tregarth es enviado a otro mundo,
el mundo del reino de Estcarp, donde dominan las brujas y sus extraños
poderes. Sin embargo, en realidad estos poderes no son sino viejos resquicios
de fuerzas psicoquineticas que ya han sido olvidadas.
Es imposible negar la paternidad que la serie de Barssom tiene sobre la de Mundo de Brujas, el esquema es muy similar, e incluso el personaje principal recuerda mucho al John Carter, sin embargo, todo este grupo de novelas si ha logrado dar el salto al género de la fantasía. Aunque tiene matices de ciencia ficción, la espada y la brujería en el matriarcado de las brujas, es la que finalmente pesa más.
La serie de Norton es larga, sin embargo no solo se ha dedicado a ella. Es una autora sumamente prolifica para hacerlo y en su haber se encuentran variadas novelas de Space Opera, Romances Planetarios y una gran produción de libros de Fantasía Heroica y de Magia y Brujería.
La serie de las Brujas la componen:
Mundo de Brujas (Witch World)(1936), Web of the Witch World
(1964),
Year
of the Unicorn (1965), Three against the Witch World (1965),
Warlord of the Witch World (1967), Sorceress of Whitch World
(1967) y antologias como Hechizo del Mundo de Brujas (Spell of the
Witch World) (1972) y Lore of the Witch World (1980). Si pensabamos
que con esto era suficiente, Norton y otras autoras tienen proyectado continuar
con la serie de libros Crónicas del Mundo de Brujas.
Andre Nortos Recibió el premio Grand Master Nebula
otorgado por la Asociacion Norteamericana de Ciencia Ficción
en 1984, siendo la primera mujer en conseguirlo y pertenecer a este selecto
grupo de escritores honrados con el título.
El Grand Master Nebula no es un premio, sino la
distinción más grande a la que puede acceder un autor de
ciencia ficción, al menos en Estados Unidos. El recibir el nombramiento
de Grand Master implica un reconocimiento a la importancia de su
influencia dentro de la historia del género.
Como detalle interesante, es bueno mencionar que Brackett se casó en 1946, al igual que C.L. Moore, con otro famoso escritor de ciencia ficción. Edmond Hamilton. |
Llegan los años 60 en la ciencia ficción y un cambio
comienza a producirse. Los escritores se preocupan más por otros
aspectos que la ciencia ficción de años anterior tenía
relegados, como la técnica literaria y la experimentación
de nuevas narrativas. Las historias comienzan a navegar con más
insistencia dentro de la psique de sus personajes y de ciencias como la
sociologia. Tal parece que ya no hay espacio para un tema tan trillado
como el de los romances planetarios.
Error.
Para la maravilla siempre habrá un lugar.
Varios autores continúan impulsando a este subgénero:
L.
Sprague de Camp, Lin Carter (tambien con una serie sobre marte,
entre la que destaca El Valle más allá del Tiempo
(The Valley Were Time Stood Still)(1974), y dedicado a Leigh Brackett,
presisamente); Robert Silverberg y su serie de Majipoor que aún
continua con nuevos títulos, además de una novela muy interesante:
La
Faz de las Aguas (The Face of the Waters) (1991), sobre un mundo acuatico
poblado de variadas formas de vida extraterrestre; Samuel R. Delany
y su serie de La Caida de las Torres: Cautivos de la Flama, Las Torres
de Toron y La Ciudad de los Mil Soles (The Fall of the Towers) (1970)
un mosaico multicolor de uno de los autores más interesantes;
Picnic en el Paraiso (Picnic on Paradise)(1968) de Joanna Russ,
donde esta famosa autora feminista presenta a su heroina principal: Alyx,
una agente especial de la Transtemporalidad, reclutada para servir de guia
de turistas a un grupo de millonarios del futuro a traves del planeta
Paraiso, un planeta hermoso que esconde una amenaza mortal a cada paso…lo
malo es que los turistas lo ignoran y Alyx debe hacer hasta lo imposible
para impedir que se enteren.
Harry Harrison, (autor de Hagan Sitio, Hagan Sitio Filmada
como Cuando el destino nos Alcance (Soylent Green) ) se dejo llevar
tambien por el encanto del tema en su Trilogía del Mundo Muerto,
donde su héroe - Janson din Alt, - intenta encontrar el por que
de lo inhóspito del planeta Pyrrus. La saga de Mundo de la Muerte
(Dead World) (1968) continuó con dos secuelas mas, con el mismo
nombre y su numero de serie respectivo, pero con aventuras en otros planetas
peor de mortales.
Philip Jose Farmer, el controvertido autor norteamericano de
escandalosas novelas de ciencia ficción cuyo continido sexual a
veces resultaba muy explicito, hace con el tema de la aventuira planetaria
su saga más importante: Mundo del Rio.
Mundo del Río esta conformada por cinco novelas y un
libro de relatos. La linea argumental es, con más, una de las mas
interesantes expuestas nunca en la ciencia ficción. Toda la humanidad
– desde que el hombre puede llamarse humano – ha resucitado en las
riberas de un caudaloso río y en un desconocido planeta situado
en algún lugar del espacio. Los seres de todas las épocas
y todas las culturas están ahí. Por supuesto, las grandes
mentes de la humanidad, los artístas más reconocidos, los
hombres que han forjado la historia y todos los personajes existidos y
por existir hasta cierta época del futuro (donde fue destruida la
tierra, por un extraterrestre que tambien ha resucitado en el planeta)
se encuentran vivos de nuevo.
Por supuesto, también esta la duda
¿Quien los resucitó? ¿Cual es el objetivo de todo
aquello? Tal vez la respuesta se encuentre en el lejano Polo Norte del
planeta, donde nace el caudaloso rió que le da la vuelta completa
al mundo, y donde en medio de un oceano de brumas se alza la misteriosa
“Torre de las Nieblas”, una construcción gigantesca que al principio
solo es un rumor.
En la aventura de Mundo del Río acompañaremos a Richard
Burton, el famoso explorador y aventurero ingles, y al escritor norteamericano
Mark Twain en busca de las respuestas a estas preguntas, al igual que a
toda la tripulación del barco “No se Alquila”.
Cyrano de Bergerac, el Rey Juan Plantagenett (así es, el enemigo
de Robin Hood), Mozart, el actor Tom Mix, el ex dirigente nazi Herman Goering
y Alice Lindell, la niña (ahora mujer) en que se inspiró
Lewis Carroll para Alicia en el País de las Maravillas, son solo
uno de los pocos personajes decididos a recorrer dieciséis millones
de kilometros para develar el misterio.
Mundo del Río son: A Vuestros Cuerpos Dispersos ( To
Your Scattered Bodies Go) (1965) , El Fabuloso Barco Fluvial (The
Fabulous Riverboat) (1967-71), El Oscuro Designio (The Dark Design)
(1977), El Laberinto Mágico (The Magic Labyrinth) (1980)
y Dioses del Mundo del Rio (Goods of Riverworld) (1983), River
of Eternity (1983), además de un libro de relatos, El Mundo
del Río (Riverworld and Other Stories)
Farmer cuenta en su haber con algunas novelas planetarias más
entre las que destacan The Green Odyssey (1957), la aventura
de un terrestre cautivo en un planeta alienigena y sus esfuerzos por escapar
de él – una aventura muy en la linea de Jack Vance, de quien
hablaremos más adelante-; The Gate of Time (1966), The
Stone Good Awakens (1970) y Las Ballenas Voladoras de Ishmael (The
Wind Whales of Ishmael) (1979) una especie de continuación fallida
y risible de Moby Dick, de Herman Melville.
A Vuestros Cuerpos Dispersos ganó el premio Hugo como mejor novela en 1972 |
Finalmente hemos dejado al autor que considero más importante para el paisaje historico de la Novela Planetaria: Jack Vance.
Jack Holbrook Vance (1916 - ) apareció en el entarimado
de la ciencia ficción en 1945 con su relato The World Thinker,
pero su primer trabajo de importancia fue una serie de relatos aparecidos
en su libro La Tierra Moribunda (The Dying Earth) en 1950.
La
Tierra moribunda, más tarde convertida en una serie en la que
se agradece interesantes historias y tramas y no solo refritos de el mundo
original, tiene su antecesor directo en los relatos de Clark Ashton
Smith pertenecientes al ciclo de Zotihque, que retratan a una
tierra del futuro lejano –pero muy lejano – donde el sol se haya en sus
ultimas, donde la magia se confunde con la tecnología de pasadas
eras olvidadas y la humanidad se encuentran cerca de su crepusculo, metaforica
y literalmente. La Tierra Moribunda es exactamente lo mismo, pero
Vance logra brillar con luz propia, pues sus argumentos y el desarrollo
de estos son menos oscuros que el de su antecesor. La serie completa del
La
Tierra Moribunda esta compuesta por Los Ojos del Sobremundo
(The Eyes of the Overworld) (1966), La Saga de Cugel (Cugel´s
Saga) (1983) y Rhialto el Prodigioso ( Rhialto the Marvelus)
(1985). Las tres ultimas novelas son dominadas por un sentido del humor
excelente y un coctel de ideas magistral De cualquier forma, una
especie de melancolia parece impregnar cada una de las novelas de esta
serie.
Es importante señalar, que las historias mencionadas no caen
totalemente en la categoría de Romances o Novelas planetarias sino
en otro más: la Science-Fantasy, que amalgama relatos
puramente fantásticos con ciertos elementos que sugieren ciencia.
En esta caso, la tecnología olvidada hace las vecs de magía,
de una forma tal que incluso el lector es incapaz de notar la diferencia.
De hecho, no se sabe con certeza si varias criaturas presentadas son algun
resquicio post - tecnologico del pasado.
El verdadero salto al romance planetario lo dio con Planeta Gigante
(Big Planet) (1952), publicado por primera vez en Startling Stories.
Una nave espacial perteneciente a la “Junta Terrestre” y con destino
a una ciudad importante de Planeta Gigante es saboteada, obligandola a
hacer una aterrizaje forzoso lejos de su punto de destino. Y cuando hablamos
de lejos en Planeta Gigante hablamos de “muy lejos”: En este caso, la tripulación
sobreviviente del atentado tendrá que hacer un viaje de sesenta
mil kilometros, lidereada por Claude Glystra, director de la misión
desde sus inicios. De ahí en adelante, el grupo hará un recorrido
fantástico por paisajes tan enormes que se pierden en el horizonte,
se encontraran con grupos nomadas mortales y sistemas sociales exóticos
cuyo colorido cultural puede dejar pasmado a más de uno, además
de los siempre sorprendentes medios de transporte: el griamobot, la monolinea,
etc.
Tal vez el gran valor de Vance es que revitaliza todo el sub-género de la novela planetaria, manteniendo su espiritu y su estructura, pero agregandoles interes especulativo e imaginativo de variadas formas. Abandona el eterno ambiente barbaro – mágico - medievalizado de las novelas de Burroughs o de Norton para dar una visión más acorde a la ciencia ficción y al sentido de la maravilla especulativa que tanto gusta a los lectores.
Planeta gigante es muy importate como obra de referencia pues todos los elementos que aparecen en la historia serán los básicos de su bibliografía de ahí en adelante. Por lo general, las novelas de Vance transcurren en otros planetas cuyos nombres no nos remiten a ninguna cultura histórica conocida por el lector, lo que es de agradecer, pues evita el llegar con ideas preconcebidas antes de leer la historia. Los mismos nombres de sus personajes son interesantes tambien, pues aunque por lo general son reconocidos, sus apellidos dan la idea de pertenencia a otra cultura planetaria diferente a la de la Tierra. Aunque la mayoria del paisaje extraterrestre tiene similitud con el ecosistema terrestre, las descripciones siempre tienen un punto que hace sentirlas “alienizadas”, verdaderas imagenes de otro mundo. En cuanto a los habitantes de estos planetas por lo general resultan ser humanos semi urbanizados, nomadas u rurales que han desarrollado extrañas y coloridas costumbres, creado un sistema social y cultural rico en imaginarios matices antropologicos. Los sistemas de transporte - otro recurso muy usado por Vance para desarrollar la ambientacion de sus historias- por lo general resultan ser interesantes aparatos de una tecnología rústica basada en conocimientos técnicos algo más avanzados que la de estilo medieval. Como ejemplo de esto tenemos la linea teleférica aparecida en Planeta Gigante, (llamada monolinea) y el sistema de tráfico de dirigibles por cable descrita en la trilogía de Durdane.
Su novela planetaria más importante y entretenida, es a mi punto
de vista, la contenida en su serie de El Planeta de la Aventura,
formada por cuatro novelas: Los Chasch (City of the Chasch) (1968),
Los
Wankh (Servants of the Wanksh) (1969) Los Dirdir (The
Dirdir) (1969) y Los Pnume (The Pnume) (1970).
La trama de la aventura transcurre en el planeta Tschai, mundo a donde
llega la nave parte de la tripulación de la nave terrestre “Explorador
IV” despues de haber sido alcanzada por un misil proviniente del mismo
planeta. Solo Adam Reith sobrevive al desastre del “Explorador”.
Atrapado en aquel misterioso lugar, Adam Reith deberá darse
a la tarea de buscar un medio de escape. Y el medio existe.
Su nave orbitadora a sido secuestrada por un grupo de seres extraterrestres
habitantes del planeta y pronto se convierte en su objetivo principal recuperarla.
Por desgracia, lograrlo no será fácil.
En su peregrinar por el planeta, Adam Reith encontrara que este se
haya poblado por cuatro clases de razas muy diferentes, además de
una raza de origen humano que se ha desarrollado en cuatro variantes hibridas
tambien, dependiendo de la raza a la sirve. Las cuatro razas son: Los Chasch
grises, seres humanoides ictiformes, tremendamente peligrosos y traicioneros.
Los Wankh, batracios y amantes de la intriga, Los Dirdir, cazadores mortales
cuyo código los obliga a no detenerse ante nada y finalmente la
misteriosa raza de los Pnume, habitantes del submundo y tal vez la verdadera
especie originaria del planeta Tscahi.
Planeta de la Aventura muestra también, gracias a la gran cantidad
de razas, todo un gigantesco mosaico de sistemas sociales y culturas, entre
las que destaca la desarrollada por los “hombre-emblema”, humanos libres
cuya vida se haya regida totalmente por pequeños dijes que sirven
de representación de diferentes cualidades. Por ejemplo, si un emblema
significa “valor”, el hombre que lo lleve por fuerza deberá ser
valeroso. Si el emblema es “cobarde” el hombre debera obedecer. Los “hombres
–emblema” son pues, solo vehículos del significado del dije.
En las novelas de Vance hay montones de ejemplos de sistemas sociales tan interesantes como este y la descripcion de muchas de sus costumbres suelen aparecer al pie de página, siendo tambien esto un distintivo de su obra. En la serie de Los Principes Demonio, los pies de página y sus atractivas explicaciones, rivalizan muchas veces en espacio con la misma historia.
La obra de Vance es muy importante en la ciencia ficción, por lo que recientemente ha sido distinguido con el galardón de Grand Master Nebula, al igual que lo fue André Norton. Todas sus obras son recomendables pero en especial son de destacar las ya mencionadas incluyendo a la serie de:
La Aventura Espacial o Space Opera
Así
como se definió toda una corriente para la aventura planetaria,
la clase de relato que más se identifica con la ciencia ficción
es la aventura espacial.
El gran escenario del espacio es por tradición el más
representativo ambiente de la ciencia ficción, casi al grado de
haberlo convertido en suyo propio. Los verdaderos primeros pasos del género
se dieron ahí, en el vació. Poca literatura se habia atrevido
a especular seriamente con este elemento, tan lejos de cualquier experiencia
humana. El mar, el desierto, las montañas…todos esos ambientes habian
sido explorados, estudiados y medidos por él. En cambio el espacio
– en muchos aspectos- era territorio solo para la imaginación.
La Proto ciencia ficción, tiene ejemplos de viajes en el espacio,
pero nunca le dá la importancia tan marcada que le otorgarían
los relatos de viajes espaciales del siglo XX. El vacio ya no es solo un
“oceano” que atravezar para llegar a algún otro lado, como en los
relatos de Cyrano de Bergerac: Historia Cómica de los
Imperios del Sol y de la Luna , sino un territorio por conquistar,
un habitat que debe ser dominado y al que deberemos adaptarnos para sobrevivir
como especie y extender nuestra estirpe.
En una época donde la industria y la tecnología daban
los primeros pasos para acercar al humano a las playas del gran mar del
universo, y donde los estudios científicos sobre la posibilidad
de llegar un poco más allá eran cada vez más prometedores,
el caldo de cultivo de la curiosidad y la exitación humana crecieron
más que nunca, inflamando la imaginación de muchos escritores
y sus lectores. Por supuesto, la imaginación no se conformó
con vadear y chapotear entre las olas de la playa, asi que se aprestó
a viajar más lejos. Encontró tierras nuevas y nuevos habitantes,
construyó más “barcos” y ciudades para sus tripulaciónes,
se enfrentó a los nuevos retos de un territorio inexplorado.
Hasta que en 1961 sucedió. En el més de Abril,
el sovietico Yuri Gagarin se convierte en el primer hombre en el
espacio.
Durante mucho tiempo, la ciencia ficción fue considerada por
muchos solo mera fantasía, una forma de escapismo risible formado
de sueños que nunca se harian realidad. El viaje de Gagarin dio
el primer martillazo para derribar el muro de la incomprención.
Si para la gente común, el viaje del sovietico era un hecho sorprendente,
para los lectores de ciencia ficción era el preludio de una promesa
siempre esperada. Significaba que las ciudades del espacio, los viajes
a otros mundos, la esperanza de encontrar nuevos habitantes, nuevos
vecinos de nuestro cosmos, podía ser más que solo fantasía.
Habia entrado por la puerta grande la esperanza de lo real.
No tuvieron que esperar mucho para el siguiente bloque demolido en el muro.
En 1969, exactamente el 20 de Julio se vuelve realidad la fantasía
más loca y antigua del ser humano: Poner un pie en otro mundo. La
misión Apolo 11 logra alunizar llevando a la primera tripulación
de hombres a nuestro satélite. Era increible, era soberbio, era
sorprendente… era la imagen del futuro, un futuro que hacia solo 50 años
era considerado mera especulación, un sueño irreal…¡y
ahora estaba ahí, con dos hombres caminando sobre nosotros en un
mundo al que nunca nadie habia llegado jamás!
Muchos de aquellos relatos “escapistas” de aventuras intergalácticas habían sido producidos entre 1926 y 1938, y tomaron auge con algo más de seriedad entre esta ultima fecha y 1950. Todos ellos – o la gran mayoria de ellos – nacieron en la industria de la revista pulp, publicaciónes de bajo costo, impresas en papel de baja calidad.
La aventura espacial contaba con ciertas características obvias que le permitieron definirse en el campo de la ciencia ficción tiempo despues. Y digo tiempo despues, porque al principio de todo este movimiento, no habia distinciones ni sub-géneros definitorios para estos relatos. Ciencia –Ficción, el termino con el que definimos el género actualmente , no se acuño hasta el año de 1929 y aún despues de aquello tardo algo de tiempo en popularisarse. Por tal motivo, toda esta clase de historias eran etiquetadas como mejor le parecia a los editores: eran “scientifiction” “science fantasy” “historias de super-ciencia”.
De todas formas, las historias eran muy reconocibles pues se movian bajo una muy identificable formula. Hugo Gernsback, el creador de la primera revista dedicada, en Estados Unidos a la ciencia ficción, y así mismo acuñador del termino que le daria nombre al género, habia definido muy bien la clase de historias que se encontrarian en su revista, Amazing Stories:
“Relatos tipo Julio Verne, H. G. Wells y Edgar Allan Poe, con una encantadora historia llena de datos científicos y visiones proféticas”
Ya antes habia publicaciones de ciencia ficción en Europa: Der Orchideenfarten en Alemania y Hugin en Suecia eran revistas que podriamos calificar como especializadas, aunque sus relatos no tenian una politica de imagen verdaderamente definitiva, como la que Gernsback le adjudicaria al género. |
Comenzaremos admitiendo que no fue Smith quien incursiono por primera vez en las aventuras espaciales. Estas ya eran conocidas para cuando se publico su primera obra en Amazing, sin embargo lo representativo del sub-género se recuerda y se basa más que nada en su obra.
La primera serie de Smith en ser publicada es La Estrella Apagada (La Alondra del Espacio) (Skylark of Space) en 1928.
Richard Seaton, un joven genio descubre una sustancia antigravitatoria que le permite construir su propia nave espacial. No tarda mucho tiempo en estrenarla y viajar al espacio. Sin embargo, otro genio, el maligno Blackie DuQuesne, le sigue la pista, provisto de destructivas armas y dispuesto a todo para conquistar nuevos mundos y usarlos para su provecho. Por supuesto que Seaton no esta de acuerdo con su totalitario punto de vista, por lo que se dedica a contruir armas y naves capaces de enfrentarlo en cada libro de la serie.
Para nadie es un secreto que Alondra del Espacio y sus secuelas resultan ser muy simples, pero Smith tiene encanto para narrar y sabe impregnar emoción a las acciones. De cualquier forma, el estilo de narración a muchos les parecera arcaica, cosa que es comprensible no tanto por la época en que esta escrita (muchos relatos y novelas inglesas de ciencia ficción gozaban de un excelente estilo de narración para entocnes), sino porque la mayoria de los autores, entre los que se contaba Smith, noeran escritores profesionales. La serie de Alondra del Espacio la componen ya en forma de libros: ¡Galaxia en Peligro! (Skylark Three) (1948), Skylark of Valeron (1949) y Skylark DuQuesne (1966).
La siguiente serie de Smith es la que se convertiria en todo un
hito de la ciencia ficción: Los Hombres Lente.
Para esta serie de historias, Smith creo todo un escenario temporal
que va desde el pasado, hará un par de mil millones de
años, hasta un futuro indefinido. En el pasado, una raza de “super
evolucionados” extraterrestres bondadosos los Arisianos,
hacen contacto con otra raza de iguales caracteristicas “evolutivas”,
pero diferente objetivo ético: Los malignos Eddorianos.
Durante eones, los Arasianos intentan crear civilizaciónes que puedan
enfrentarse a la amenaza creada por Eddore: las hordas Boskone. Uno de
los resultados son los homo sapiens, los cuales durante seis entregas se
enfrentaran a seres malígnos de las galaxias, sin saber nunca cual
es el verdadero objetivo tras la guerra que libran. El heroé de
las tres historias centrales Kim Kinnison, nunca llega
a averiguar que detras de la guerra contra los Boskones se encuentra una
lucha mucho más antigua de lo que el imagina. Serán sus hijos
quienes descubran la verdad de la lucha y den el enfrentamiento final a
Eddore, el planeta maligno.
La serie se conoce como Los Hombres Lente o Lensmen, porque los héroes cuentan con una especie de aparato lenticular creado por los arasianos que amplifican su cuerpo y mente. Sin embargo no son solo los humanos los unicos capaces de usar la lente. Hay en la galaxia grupos extraterrestres creados para el mismo fin que el hombre. Tambien ellos cuentan con esta ventaja en una guerra que abarca la galaxia entera.
La serie de los Hombres Lente la conforman: Triplanetario (Triplanetary) (1948), First Lensman (1950), Patrulla Galactica (Galactic Patrol) (1950), Grey Lensman (1951), El Espía Interplanetario (Second Stage Lensmen) (1953) y Children of the Lens (1954)
El trabajo de Smith marcó a una gran generación de lectores e influyó en muchos escritores, además de en el propio género, fomentando y cimentando el campo de la aventura espacial.
En Estados Unidos se le ha denominado Space Opera a las
historias de este corte, -término acuñado por Wilson
Tucker (El Año del Sol Tranquilo) en 1941 destinado a identificar
aquellos relatos que tienen como escenario de su acción el espacio
profundo. El nombre de Space Opera lo obtienen de los melodramas trasmitidos
por radio, (ahora por televisión) llamados Soap Operas como resultado
de ser patrocinados generalmente por marca jabones. La Space Opera, muy
socorrida en los 30´s, 40´s y 50´s, son un especie de
relatos espaciales, muy inocentes al principio, claramente derivadas de
las novelas de acción y aventuras. Es importante notar como la formula
de la aventura es solo sustituida por elementos característicos
del género donde se escribe el relato. El Barco, caballo o
el carro son sustituidos aquí por las naves espaciales. El revolver
o la espada por el arma de rayos o el sable laser.
Sin embargo, la space opera no debe ser tomada solo como mera aventura,
ya que más que una temática, se define como un “ambiente”
donde se pueden manejar historias de ciencia ficción “dura”, como
en Mundo Anillo (Ringworld) de Larry Niven, o ciencia ficción
a secas como la serie de Fundación de Isaac Asimov,
de los cuales hablaremos más adelante.
En la misma epoca de Smith, otros autores manejaban también lineas argumentales de aventuras en el espacio, los dos más importantes fueron Edmond Hamilton (marido de Leigh Brackett) y John W. Campbell Jr., que a la postre se convertiria en editor de Astounding Science Fiction, influyendo con sus ideas toda una epoca de la ciencia ficción. Ambos presentaban sus relatos en Amazing Stories Quaterly, revista hermana de Amazing Stories, convirtiendose esta en la principal promotora de la space opera.
Edmond Moore Hamilton (1904 – 1977) se movia en la space opera
como pez en el agua. El fue uno de los promotores más asiduos de
la ciencia ficción , aunque hizo su debut en la revista de fantasía
sobrenatural Weird Tales en 1926, donde publicó varios relatos.
Dos años mas tarde aparece en la misma revista Crashing Suns
(1928)
la historia con la que entra de lleno a la aventura espacial. Por lo general,
muchas de sus lineas argumentales son estructuralmente identicas, variando
solo en los detalles técnicos. A Hamilton le facinaba la acción
interestelar, los enfrentamientos entre armadas espaciales y seres alienigenas,
ambos con armamento armagedonico de bestiales proporciones. De hecho, la
estrella de la muerte, la base espacial armada aparecida en La
Guerra de las Galaxias y su mortal rayo desintegrador, eran cosa común
en los relatos de Hamilton, lo que le ganó el sobrenombre de Edmond
“destruye mundos” Hamilton. Fue tambien formó parte de las series
sobre un héroe del espacio, Capitan Futuro, del cual escribió
varios argumentos junto con otro grupo de escritores.
Entre sus trabajos destaca Wapons from Beyond (1967) la
primera novela de su serie Starwolf. No hay mucho que decir sobre
ella en custion argumental: Heroes interestelares al viejo estilo de la
space opera. Que esto no desanime a nadie. Hamilton no es reconocido por
ser un mal escritor sino por todo lo contrario. Sus novelas y relatos estan
excelentemente bien escritos lo que los hace facilmente disfrutables en
cualquier época.
El segundo gran promotor de este tipo de series es John W. Campbell Jr. (1910 – 1971), quien como ya vimos, demostraria en el futuro ser ademas de un buen escritor, un muy buen editor. Su primera historia Invaders from de Infinite fue presentada en Amazing cuando el apenas era un adolecente. Al principio Campbell escribió espectaculares aventuras espaciales, ganandose una reputacion como rival de Smith. La más popular de ellas, la serie de Arcot, More y Wade, contaba con unos héroes enfrantandose en batallas que crecian cada vez más en aparatosidad. The Mightiest Machine su primera novela, (1947) muestra a un grupo espacial arrojado a un universo alternativo donde se libra una guerra interplanetaria con descendientes de antiguos terrestres.
Se podrian mencionar cantidad de obras más pertenecientes
a la Space Opera publicadas entre 1926 y 1938. La gran mayoria
de ellas enmarcadas en la definición que Aldiss señaló
para las series de Imperios Galacticos, y que en realidad describen
mejor a la aventura espacial de esa epoca: “Una relación promiscua
entre la ciencia y el encanto, con un predominio general del encanto”.
En realidad, el adjetivo de promiscuo deberia haber sido borrado
de esta definición, pues por lo general la ciencia suele nadar en
los oceanos de la maravilla. Aldiss en realidad se refiere a que muchas
veces el lector debe permitirse aceptar el mundo descrito tal como se presenta
para poder disfrutar la trama, sin cuestionarse a cada momento sobre situaciones
que en la mera realidad no ocuririan.
Daré un ejemplo:
Es frecuente ver en las películas de ciencia ficción como
las naves espaciales, en plena batalla, logran hacer impactantes rizos
y movimientos en el espacio. Eso no es posible, pues en el espacio no hay
fricción. En la tierra, los aviones pueden volar y hacer mil y un
piruetas ya que son sostenidos por el aire, el cual pueden usar a su favor
haciendo uso de sus alerones para cambiar de dirección.
Para disfrutar una historia de ciencia ficción donde las hordas
del espacio se desplazan como mosquitos sobre destructores interestelares
es necesario apelar a la “suspención de nuestra credibilidad”.
Si a cada momento el lector se mantiene riendo por lo poco científicos
que son estos detalles, se esta perdiendo de disfrutar la trama. Si quiere
rigor cientifico, mejor que se compre un manual de capsulas de la NASA…
o que continue leyendo space opera.
En adelante de 1938 la space opera opta por acercarse mucho más
al rigor científico que en anteriores años. Esto fue especialmente
promocionado por John W. Campbell, que no queria mera fantasía
en los relatos de la revista que dirigía, Amazing, sino verdadera
especulación científica. De 1938 a 1960 predominaria bastante
la especulación con bases científicas. No se entienda por
esto que a cada capitulo el lector se encontraria con una explicación
sobre física, química o biólogía, sin embargo
la ciencia eran tomada ahora mucho más en serio.
Dejó de ser un elemento de ambiente secundario para tomar preponderancia,
convirtiendose en muchas ocasiones en la base del relato mismo.
Alguien que aprobechó esta oportunidad para hacer space opera
con elementos de ciencia “dura” fue Isaac Asimov, uno de
los escritores habituales de Campbell.
Gradudo de ciencias bióquimicas, Issac Asimov siempre
fue un enamorado de la ciencia ficción y las ciencias. Comenzó
leyendo revistas del género en la tienda de dulces de su padre,
lo que lo llevaria a escribirlas tiempo más tarde.
Isaac Asimov se destaca entre muchos de los escritores de Campbell
por su envidable capacidad para sintetizar en pocas palabras y de forma
por demás clara y entendible, cualquier concepto o idea resbalosamente
confusa u abstracta. En la cuestión literaria a Isaac Asimov
se le a acusado de mucho: De ser un escritor deficiente, inepto en el campo
de describir las respuestas humanas al entorno o a los desafíos;
de escribir con un simplismo objetivo, enfocado a la historia y nunca o
pocas veces a los personajes; de convertir sus historias en suceciones
de dialogó salpicados de discuciónes científicas.
Extrañamente, despues de Heinlein, Issac Asimov resulta ser
uno de los escritores más amenos. Esto es claramente comprobado
por el elevado nivel de ventas de su obra, aunado a sus constantes
reimpresiones. En si, la obra de Asimov, como la de Heinlein resúme
toda las virtudes y objetivos de la ciencia ficción como género.
Ambos pueden ser considerados padres de la ciencia ficción moderna
por derecho propio.
Bajo el seudonuimo de Paul French, Issac Asimov
realizó una de las mejores series de aventura espacial: La serie
de Lucky Star, Ranger del Espacio (Lucky Star, Space Ranger)(1952).
La serie toma lugar en varios de los planetas o lunas del sistema
solar, destacandose por el uso de datos e información científica
rigurosa.
Rigurosa para entonces, por supuesto. Los nuevos descubrimientos
trajeron a colación muchisimos datos nuevos que dieron al traste
con la intención científica de la obra. Por ejemplo, Lucky
Star y Los Oceanos de Venus (Oceans of Venus) (1954) tiene lugar presisamente
en el planeta al que hace alusión su titulo. Para entonces, la imagen
de un mundo cubierto de blancas nubes, sugeria que debia estar cubierto
por vastos mares y bajo una especie de perpetuo diluvio, pero potencialmente
apto para la vida extraterrestre o para la colonización humana.
Lastima. Venus no es ni por asomo un buen lugar para navegar. En realidad,
resultó que las nubes de venus no son vapor de agua, sino de acido
sulfúrico, sustancia que acabó en unos cuantos minutos a
la sonda humana que decendió a recabar datos de la superficie. La
temperatura standard es de unos 480 grados centígrados. La presión
atmosférica es de 90 A, el equivalente a al peso del agua sobre
nuestros hombros a una profundidad de un kilometro y la velocidad
de los vientos es de unos 360 kilómetros por hora.
Lo mismo que ocurrió con Los Oceanos de Venus ocurrió
con las demas obras de Lucky Star, Ranger del Espacio: Los Piratas
de los Asteroides (Pirates of the Asteroids) (1953), El Gran Sol
de Mercurio (Big Son of Mercury) (1956) , Las Lunas de Jupiter
(Moons of Jupiter) (1957) y Los Anillos de Saturno (Rings of Saturn)
(1958). Todas ellas resultaron incurrir en serios errores cientificos,
causados por la deficiente información con que entonces se contaba.
Por supuesto que estos errores no le restan merito a la obra
en su sentido literario, pues sigue siendo muy emocionante. La dureza de
su ciencia puede ser cuestionada actualmente, pero hay que tomar en cuena
que se especuló bajo las premisas científicas entonces en
boga, por lo que puede seguir considerandosele ciencia ficción dura.
La aventura espacial, casi como un icono definitorio del género
nunca perdera influencia y siempre estara de moda. Es raro el autor de
ciencia ficción que no haya escrito algo de su obra dentro de la
vertiente de la space opera:
Dan Simmons (1948) era un autor secundario en el género,
mucho más conocido por sus novelas de Terror que por su trabajo
en ciencia ficción. En 1989 publica Los Vampiros de la Mente,
una mediocre y gruesa novela basada en un excelente cuento suyo que se
vende con relativo exito. Pero no es hasta 1990 cuando aparece como
un nuevo sol en el horizonte una novela bella y perturbadora: Hyperion
El universo de Hyperion es una gigantesca red de planetas interconectados
por medio de portales teletransportadores permanentemente abiertos y gobernado
por un sistema politico interplanetario denominado la Hegemonía.
Por lo general, la vida en la red de mundos es tranquila hasta que la inminente
amenaza de los enjambre exter – humanos renegados y mutados, inconformes
y desligados de la hegemonía – se hace patente con una nueva intentona
de guerra. En medio de un ambiente de opresivo temor pre-guerra, un extraño
grupo de peregrinos se dirige hacia el planeta Hyperion y hacia un lugar
conocido como las “Tumbas del Tiempo”, donde se encuentran una serie de
edificios extraños cuyo origen es desconocido. Sobre ese lugar hay
muchos mitos y uno de ellos lo señala como el lugar donde
comenzara Armagedón y del cual surgira el “Alcaudón”,
una temible criatura, especie de juez del día final para la raza
humana.
Por mucho tiempo, los mitos fueron considerados solo cuentos, pero
ahora, algo a comenzado a ocurrir en “las tumbas del tiempo”. En el lugar
donde se encuentran emplazadas, el tiempo a comenzado a fluir hacia átras,
trayendo con su marea algo que viene del futuro. Y lo que viene bien puede
ser el jucio final para todo un imperio extendido por las estrellas.
La situación se torna cada vez más negra cuando la Hegemonía
se entera de que los enjambres Exter tienen como punto objetivo el planeta
Hyperion, conjugandose todo en un verdadero ambiente de pre-apocalipsis
que incluye a las extrañas mentes del Tecnonucleo, un grupo de inteligencias
artíficiales que han logrado desprenderse del control humano para
formar una especie de propio universo.
La primera novela tiene una estructura que recuerda en mucho a la de
los Cuentos de Canterbury, donde un grupo de peregrinos cuentan sus historias.
El grupo de peregrinos que se dirige a Hyperion hace tambien lo mismo y
en los relatos de cada uno de sus personajes se conjuntaran las piezas
para comprender la razón de todo aquello. Un diplomático,
un sacerdote, un poeta, un profesor, un militar, una detective y un navegante
perteneciente a una orden Templaria tienen la clave que devela el misterio.
De todos los relatos presentados en Hyperion, el del sacerdote resulta
especialmente estremecedor, una historia de terror mistico capaz
de helar la sangre.
Hyperion no termina aqui y continua con La Caida de Hyperion
(The Fall of Hyperion) (1990), Endimión y The
Rise of Endimión, formando una serie verdaderamente epectacular
y cautivadora.