Muchas veces resulta que las cosas si son lo que parecen, solamente que no queremos darnos cuenta de ello. O tal vez no podiamos... |
"Está usted pasando por el control de aduanas del gobierno europeo" – dijo una voz monorítmica y hueca – "su identificación ha sido aceptada. Bienvenido, Sr. Oramas, al enlace Nueva Canarias, construido por Corporación Word-Europa con los fondos para ayudas de las zonas periféricas de la Comunidad en el 2.120. Tiempo estimado hasta destino de 18 minutos."
Oramas sentía un estremecimiento en su cuerpo, no sabía cómo saldría todo. Llevaban seis meses en el proyecto. A pesar de no saber cuál era su papel en el mismo, sabía de la importancia que tenía para la Comunidad. Era la investigación que podría permitir al hombre realizar viajes interestelares donde la duración fuera superior a la vida humana (eso le habían comentado). Otros intentos realizados con naves generacionales habían terminado en revueltas y pérdida de control y contactos de la población colonial enviada.
Los vuelos con hipervelocidad de las naves estercoespaciales, en sus primeros éxitos en vuelos cortos hicieron correr ríos de tinta. La experiencia de comienzo de siglo había hecho parar todas las esperanzas de poder colonizar otros mundos limpios que se conocían.
La Nave Vespucio, con una tripulación de más de doscientas mil personas, entró en colisión con el planeta Ka21, ya que estimaron, falló en la desaceleración una vez conseguida la velocidad de la luz. Era el primer vuelo tripulado basado en la relatividad temporal; todo un fracaso, que produjo la revolución de los desamparados. La mayor crisis en el nuevo orden mundial. Ni las guerras Hacker en la red habían producido tantos cambios en tan poco tiempo.
Este experimento podría ser la clave de todo, eso le habían
vendido, por eso llevaba seis meses de intensa preparación física
y de ejercicios mentales hasta la extenuación: ejercicios
de memoria. Habían analizado todas las sinapsis implicadas en los
procesos de aprendizaje, seguían una de las teorías más
antiguas : los principios de Hebb, recuperada tras muchos siglos
guardada. Estaba basada en la potenciación a largo plazo
(PLP). El estudio de la PLP en la formación hipocampal había
sugerido un mecanismo responsable de algunos cambios sinápticos
que ocurren durante el aprendizaje, estos cambios se producen en un circuito
de neuronas que recorre la formación hipocampal, va desde la corteza
entorrinal a la circunvolución dentada, a los campos CA3 y CA1,
al subiculum. La estimulación de alta frecuencia de los axones de
este circuito fortalece la sinapsis implicada en el aprendizaje. El principio
de Hebb dice que si una sinapsis se activa repetidamente al mismo tiempo
que la neurona postsináptica emite potenciales de acción,
tendrán lugar una serie de cambios en la estructura de la sinapsis,
responsables de que esa sinapsis se vea reforzada.
Otros circuitos y con otros neurotransmisores se habían estudiado
con resultados muy parecidos con PLP, como la noradrenalina y la acetilcolina
en el campo CA3 facilitando la PLP.
Por lo que el análisis y almacenamiento de todas la sinapsis
y agrupando mediante el estudio y clasificación de los PLP se podrían
obtener unos mapas individuales de memorias, donde los recuerdos de una
persona pueden ser almacenados.
Desde el comienzo del milenio, se conoce el genoma humano. Se había
tardado el doble en poder crear un decodificador y almacenamiento digital
de las sinapsis y, con ella, un almacén externo de la memoria. Las
investigaciones habían ayudado en la erradicación del Alzehimer
en todo el planeta.
Llegaba al edificio del Campus Central de Investigación, parecían
esperarles con gran animación. Se sentía como aquellos pioneros
de los vuelos espaciales. Todo el personal había salido a recibirle:
el presidente de la compañía y el delegado comunitario de
investigación y desarrollo lo esperaban en la puerta. Unos flashes
y fotos de recuerdo del acto, unos saludos y, junto la comitiva, se dirigieron
a la sala donde se efectuaría el ensayo: una habitación totalmente
blanca, con una camilla metálica en el centro, cámaras en
las esquinas de la habitación, dos grandes espejos unidireccionales
en los laterales del cuarto. En uno se suponía que estarían
los doctores que dirigen la investigación, en la otra sólo
se podía entrever una sombra, la de un anciano.
Tenía la luz encendida y el espejo dejaba ver la silueta de
un hombre mayor, bastante mayor. Estaba sentado en una silla similar a
la provista en su habitación, entreveía los cables que salían
del casco que tenía igual que él en la cabeza.
Llegaron los doctores, le sonreían. Los nervios no le dejaban
concentrarse en nada. Estaba empezando a sudar, odiaba sudar; por ello
había sufrido el accidente escalando, suerte que sólo le
dejó la cicatriz de la quemadura de la cuerda en el pecho.
No podía entender las indicaciones de Méndez, el auxiliar
técnico, el que va a manejar la cámara, pero asentía
con una sonrisa. Poco a poco conectaban cada uno de los electrodos en el
casco de registro PLP. Miraba el comportamiento del equipo de experimentación:
entraban y salían de la sala.
Me colocaban los catéter para dormirme. No es que fuera un
proceso doloroso, eso lo había ya comprobado en los ensayos de la
semana pasada. Cortos ensayos en lo que lograron grabar una serie de sinapsis,
pero ahora era diferente, ahora iban a guardar toda mi vida, todos mis
recuerdos. Decían que hibernarían mi cuerpo y mi recuerdo,
para luego volver a activarme cuando llegáramos a K21. Era todo
un reto científico, pero necesario para crear una nueva civilización.
Empezaba la cuenta atrás...
Los recuerdos de su infancia no empezaban hasta los 15 años. Antes no sabía nada. Le había dicho que era un hijo de los elementos, es decir, que era un ser clonado... no le había importado nada; de hecho, era la solución empleada desde hace tiempo para el control de natalidad. Lo habían formado en diferentes disciplinas, siempre en orden y de forma estricta. Dominaba en pocos años conocimientos científicos amplios. Seguía recordando: la universidad... no recuerda haber estado en la universidad nunca, pero veía sus recuerdos llenos de anécdotas, juergas y horas de estudio. Era lejana, pertenecía al siglo pasado... era imposible que él hubiera estado ahí, no podía por su edad, pero eran recuerdos frescos: ... un niño jugando, con Papá, pero si yo soy hijo de los elementos, no tengo padre... algo estaba pasando,... se estaban mezclando nuevos recuerdos pero no eran los míos.... ¿qué coño pasa?. Soy Yo, Oramas, HE215... estudié en la Corporación, no he tenido relaciones de compañero con nadie... Una chica, Rosario... la quiero... he estado con ella... no sé quién es... pero si es ella... Doctor, Doctor, ¿qué me pasa?, no sé quién es Oramas... Oramas soy yo, o ¿no soy yo?... estoy entrando en el edificio, esto fue hoy. Pero, ¿qué hice ayer?, se me ha olvidado... saludo... estoy recordando, me conectan los electrodos, cuenta atrás ¿qué pasa...?, ¿quién es ese viejo...?
Es una habitación cómoda, llena de flores... y aromas
seminaturales...
- Ya empieza a despertar... está abriendo los ojos.... - Comenta
Méndez.
- ¿Cómo se siente, profesor Oramas?. Interroga el jefe
del equipo, Dr. Sig Almeida.
- Bien, este cuerpo es estupendo... casi había olvidado la sensación
de la juventud... Vale la pena haber realizado el contrato con la compañía
hace 40 años. Esto de renovar el cuerpo, cada 20 con un clon de
uno, es la mejor oferta que me llegó.
-¿Qué quiere que hagamos con su cuerpo viejo?. Comenta
Méndez.
-Quémelo. Dijo secamente.
Se estaba vistiendo. Observaba su cuerpo, desnudo ante el gran espejo de la habitación. De repente ve una cicatriz en su hombro y un dolor le sobreviene, cuando recuerda cómo se lo había hecho... grita de angustia... ¡Yo nunca he escalado!.